jueves, 9 de octubre de 2008

BAUTIZADO POR JOSÉ LUIS CUEVAS



El maestro e interno Francisco Javier Tejeda Jaramillo fue “bautizado” por José Luis Cuevas “Si se tiene aptitudes y un talento, se puede pintar en cualquier lugar”, aseguró el artista José Luis Cuevas, quien acudió al Reclusorio Preventivo Varonil Norte para “bautizar” artísticamente al maestro Francisco Javier Tejeda Jaramillo, quien no sólo ha desarrollado su carrera como pintor en la cárcel, sino que durante 22 años ha dado clases a más de 200 presos que diario acuden a su taller. Después de entrar por un portón gris que abre paso entre las paredes de siete metros de alto y cruzar un largo pasillo en donde decenas de internos vestidos de beige observaban con sorpresa al artista, Cuevas llegó de buen humor, vistiendo ropa deportiva y con su inseparable sonrisa para ver la obra que habían montado los reos especialmente para su visita.
En una improvisada galería, con cuadros en su mayoría de Tejeda Jaramillo, Cuevas observó con atención los trabajos plásticos que, según explicó el artista, reflejaban en su mayoría “odio”, pero que tenían una gran calidad en su factura. Como parte de la visita, Cuevas firmó un óleo de su anfitrión y le dio un reconocimiento como maestro y pintor, ya que no sólo se había formado como artista dentro de la cárcel, sino que había compartido sus conocimientos con el resto de sus compañeros internos. “Me parece un magnífico pintor, no sólo porque se hizo artista aquí, en la cárcel, sino porque ha demostrado tener mucho talento. Creo que es algo admirable, porque les ponía el ejemplo de (David Alfaro) Siqueiros, quien ya era un pintor consagrado cuando fue preso político, pero aun tras las rejas trabajó muchísimo”, dijo Cuevas.
Cuestionados sobre la forma en que la belleza podría cambiar la vida de los internos, el pintor recordó que el arte es importante no sólo en el plano del arte, sino que podía cambiar a la gente a través de la literatura o cualquier otra expresión. Tejeda Jaramillo cumple una condena de 40 años por su presunta complicidad en el homicidio de dos ciudadanos estadunidenses, bajo las órdenes de Rafael Caro Quintero. Desde su ingreso al Reclusorio Norte, en 1985, Tejeda Jaramillo ha desarrollado su trabajo como pintor, ya que según explicó tenía la opción de lamentarse por lo que había ocurrido o hacer algo para aprovechar su tiempo positivamente. En la actualidad no sólo comparte sus conocimientos como maestro del Taller deArtes Plásticas a 22 internos, sino que ha realizado exposiciones individuales fuera del reclusorio y vende su obra a través de su esposa y representante, Sonia Ávila de Tejeda.
La obra de Tejeda Jaramillo es figurativa y explora fundamentalmente el paisaje, las naturalezas muertas y, en algunos casos, se acerca al surrealismo y la abstracción. Dentro de las habilidades que ha desarrollado el pintor dentro de prisión está la de haber aprendido la preparación de los bastidores, las telas, así como el diseño de un caballete giratorio que el mismo Cuevas le recomendó patentar. Con el título de Los materiales de comprobada permanencia en la pintura al óleo, Tejeda Jaramillo tiene un libro inédito que resume su experiencia en la elaboración de soportes y pigmentos para pintar, el cual contiene un breve prólogo del artista Luis Nishizawa.